Durante el verano hay dos aspectos fundamentales a tener en cuenta para alimentarnos de una manera correcta y apetecible. El primero es que la alimentación debe ser más refrescante y el segundo que además nos aporte suficiente hidratación. Lee con atención los siguientes consejos que te pueden dar ideas para planificar tu menú durante estos meses de vacaciones.

A diferencia de nuestra alimentación durante los meses de invierno, en verano lo que necesitamos son cosas más frías, que nos refresquen frente al calor.

• Las ensaladas
  • Las ensaladas son nuestro plato estrella, podemos utilizar una gran variedad de productos y sus posibilidades son infinitas. Es recomendable utilizar alimentos que sean de temporada, como por ejemplo el tomate, ya sea troceado o en forma de gazpacho. Además llegan los calabacines, el pepino, los pimientos, la calabaza, la judía tierna, etc. Imaginaros la infinita combinación de platos a los que podemos optar.
• Las legumbres
  • Las legumbres cumplen tantas cualidades nutricionales que no daríamos al abasto a explicarlas todas en este artículo. Son un alimento imprescindible en la dieta mediterránea pero las solemos consumir poco en esta época, ya que las asociamos más a la temporada de invierno, presentándolas en forma de guiso o estofadas. El secreto es comerlas de otra manera, por ejemplo en forma de sopas ligeras, con lentejas, garbanzos o alubias. Riquísimas cremas frías por ejemplo de guisantes, o en forma de ensalada. A continuación podéis visualizar un vídeo con una sencilla receta de una ensalada fría de alubias:

• Los helados
  • Los helados naturales, de frutas o en forma de granizados, sorbetes, batidos, zumos con cerezas, fresas albaricoques o sandía nos refrescan a la vez que nos aportan agua. Los helados de compra, ya sean de hielo o cremosos, nos aportan muchas calorías en forma de grasa y azúcares simples, por lo tanto sería recomendable dejarlos para un consumo ocasional, ya que están deliciosos pero no son la propuesta más saludable.

Al hacer más calor tenemos más pérdidas de agua de nuestro organismo, por lo tanto es importante hidratarnos correctamente. Dicha hidratación no hace falta que sea solamente con agua, podemos hacerlo con té (blanco, verde, rojo, negro) u otras bebidas tipo infusiones. El Té frío de postre o entre horas calman la sed y proporcionan bienestar. Lo podemos acompañar con hielo picado tipo granizado o mezclado con zumo de limón o incluso trozos de fruta

Los zumos o batidos de frutas y/o verduras también son una buena opción para hidratarnos. Podemos tomarlos como postre o merienda. Si accedéis al siguiente post podréis ver 10 recetas que las podréis preparar fácilmente en casa.

Recuerda que las calorías que necesitamos son las mismas en invierno y en verano, a no ser que nuestra actividad física varíe mucho, por lo tanto debemos comer la misma cantidad de alimentos. Es un error pensar que el calor adelgaza, ya que nos puede llevar a desequilibrar nuestra alimentación y aumentar el peso.