No podemos vivir siempre pensando en hacer dieta, en perder peso, en el “ esto no me lo puedo comer”, en “estoy engorda” o lo que es peor, las constantes emociones negativas que sentimos al pensar en todas estas frases, como la culpa o la vergüenza.

Esto genera un bucle de malestar que nos aleja de quien queremos ser. Esto no nos permite estar conectados con nosotros mismos y en definitiva afecta a nuestra propia felicidad, por no hablar de que nos vamos a alejar aun más de nuestro propósito, si este es el de perder peso.

Realmente no podemos plantearnos la vida como una dieta constante. Si pensamos en dieta pensamos en prohibirnos alimentos, en pasar hambre y en un control excesivo sobre nuestra alimentación. El control nos lleva al descontrol alimentario a la larga o a la corta.

La base de todo está en un cambio de hábitos y en trabajar en un estilo de vida saludable, donde no hay nada prohibido pero teniendo en cuenta que hay alimentos extras que son de consumo ocasional. Si comemos muchos extras o consumimos más energía de la que nuestro cuerpo necesita aumentaremos de peso, pero eso no quiere decir que debemos comer excesivamente poco, problema en la mayoría de dietas. En contrapartida, comer muy poco, es decir, por debajo de nuestras necesidades también puede ocasionar un aumento de la masa grasa.

Por otro lado, aparte de trabajar un cambio de hábitos, la aceptación personal y el trabajo emocional son otros puntos clave, ya que no toda la problemática del aumento de peso proviene únicamente de nuestra manera de alimentarnos, hay otros factores que también nos pueden influir.

2º paso para empezar a bajar de peso: Márcate un objetivo para conseguir tus propósitos

Para poder conseguir cualquier cambio en nuestra vida es recomendable establecer un objetivo.

Hace algunos días colgué una herramienta muy útil a modo de 1r paso para empezar a bajar de peso, te recomiendo que elabores tu listado de los “Para qué” antes de proceder en el establecimiento de tu objetivo.

Podemos empezar marcándonos un objetivo de bajada de peso, ya sea perder unos quilos o llegar a un peso en concreto, pero deberíamos detenernos un momento en pensar en cuál es nuestro objetivo tanto a corto como a largo plazo.

El objetivo a largo plazo lo podríamos definir como una meta, un sueño que queremos alcanzar, pero a veces este sueño es lejano, y por lo tanto nos podemos demotivar si no obtenemos algún resultado en poco tiempo.

Quién quiera alcanzar un propósito distante tiene que dar pequeños pasos. – Helmut Schmidt

Marcándote objetivos a corto plazo te permite centrarte en aquello realmente prioritario para ti, estimula el compromiso y te ayuda a tomar decisiones importantes refrentes al tema. Te da la energía que a veces buscamos en otras cosas. Te acompaña a conseguir tu sueño final.

Ahora viene la gran pregunta: ¿Qué debemos plantearnos para que un objetivo esté bien definido y sea efectivo?

Próximamente los definiremos detenidamente y podrás descargarte una sencilla herramienta para trabajar en ello y redactar tu propio objetivo.